No es sencillo determinar con exactitud nuestra composición corporal, por este motivo os vamos a exponer en este artículo diferentes métodos para conseguir una aproximación relativamente objetiva.
En primer lugar, la fórmula más sencilla que podemos tener en cuenta, es la conocida como IMC, o lo que es lo mismo, Índice de Masa Corporal. Mide nuestro peso en relación a nuestra altura y edad. Aunque no es muy precisa, nos sirve para tener una referencia aproximada de los márgenes entre los que nos encontramos.
Otra forma de medir de forma más exhaustiva nuestro porcentaje graso sería utilizar el método conocido como Plicometría. Con este método trataremos de determinar nuestros pliegues cutáneos mediante un calibrador. Presenta una gran variabilidad en su medición, y es difícil su determinación en grandes obesos, pero es una de las mejores alternativas para utilizar por entrenadores personales.
Al continuar buscando fórmulas de medir nuestra composición corporal, no podemos dejar de lado una de las más interesantes, el análisis por medio de bioimpedancia eléctrica.
El estudio de la composición corporal basado en la técnica de bioimpedancia eléctrica permite establecer el porcentaje de masa grasa y masa magra (libre de grasa) de una persona y, a partir del mismo, establecer la necesidad de pérdida o aumento de peso, según el caso. El exceso o la falta de grasa corporal o de masa magra, así como el exceso de agua, entre otros parámetros, son de gran ayuda para poder conocer en profundidad enfermedades como el sobrepeso y la obesidad, trastornos de la conducta alimentaria, problemas de retención de líquidos, edemas, pérdida de musculatura con la edad o fallos en el crecimiento y el desarrollo.
El estudio de la composición corporal basado en la técnica de bioimpedancia eléctrica permite establecer el porcentaje de masa grasa y masa magra (libre de grasa) de una persona y, a partir del mismo, establecer la necesidad de pérdida o aumento de peso, según el caso. El exceso o la falta de grasa corporal o de masa magra, así como el exceso de agua, entre otros parámetros, son de gran ayuda para poder conocer en profundidad enfermedades como el sobrepeso y la obesidad, trastornos de la conducta alimentaria, problemas de retención de líquidos, edemas, pérdida de musculatura con la edad o fallos en el crecimiento y el desarrollo.
Este aparato funciona emitiendo un impulso eléctrico a través de nuestro cuerpo. Existe un punto de entrada y un punto de salida para esta corriente. El tiempo que tarda esta señal en recorrer la distancia entre el primero y el segundo, viene determinado por nuestra composición corporal.
Por último cabría destacar los infrarrojos. Este método estima nuestra grasa corporal de forma sencilla e inocua empleando un espectrofotómetro computarizado. El procedimiento es rápido e indoloro, pero es el más caro de todos.
Esperamos que os sirva de ayuda ésta información.
¡Mucho ánimo a todos!
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