BENEFICIOS PARA LAS EMPRESAS

Quizá por falta de conocimiento, o tal vez, por la difícil situación económica en la que nos encontramos, algunas empresas en España, en Estados Unidos o Japón es muy común,  desconocen los beneficios que aporta una plantilla con empleados que disfrutan de hábitos saludables, en los que la práctica de ejercicio físico y una correcta alimentación son norma y no excepción.

Muchos de nuestros clientes se sorprenden al comprobar lo poco que cuesta incluir estos hábitos en su vida, y muchos más, muestran y expresan su gratitud con emociones tan básicas y dominantes como la alegría. Es evidente el placer que desencadena la consecución de un objetivo, estético o funcional, en la vida diaria de las personas.

Los beneficios que puede generar para una empresa éstas prácticas, es una pregunta fácil de responder. Una persona que lleva a cabo una programación deportiva controlada y supervisada de acuerdo a sus características individuales, experimenta beneficios como estos:

- Previene lesiones musculo-esqueléticas
- Reduce el nivel de estrés físico y psicológico
- Reduce los niveles de ansiedad
- Reduce las bajas por depresión
- Atempera la agresividad
- Aumenta su rendimiento cognitivo.
- Mejora la autoestima.
- Favorece la confianza en uno mismo.

No hace falta mencionar la cantidad de bajas laborales que pueden evitarse a lo largo de un ejercicio empresarial, cuando su plantilla disfruta de una vida saludable, ni tampoco, el aumento del rendimiento causado por estados emocionales favorables, como por ejemplo:

- Facilita el recuerdo de información positiva
- Elicita estados emocionales de alegría, y estos sentimientos alientan el gozo y mantenimiento de esta clase de afecto
- Incrementa la flexibilidad cognitiva.
- Facilita la génesis de soluciones creativas e innovadoras ante los problemas.
- Promueve conductas más generosas, incrementando nuestra inclinación a prestar ayuda (cooperar) y asumir responsabilidades.
- Contribuye a crear nuevos lazos en la empresa y a reforzar los existentes.

Mi experiencia y la de mis compañeros, junto con los datos obtenidos por diferentes estudios, nos dice que un gran porcentaje de las personas que inician un programa deportivo abandona a los tres meses. Las causas de estos abandonos pueden venir determinadas por diferentes causas, sin embargo, ésta misma experiencia nos ofrece un dato revelador: Las personas que contratan el servicio de un entrenador personal, o los servicios de una empresa que realice el seguimiento de todos los parámetros relacionados con su entrenamiento, no abandonan su objetivo antes de conseguirlo.

En conclusión, podríamos decir  que la práctica de actividad física supervisada, reporta un gran número de beneficios para las personas que la desarrollan, y por supuesto, para las empresas que las impulsan, elevando su nivel de competitividad