viernes, 16 de diciembre de 2011

COLESTEROL

Aunque casi siempre se hace referencia a las condiciones negativas de un tipo de colesterol, pocas veces se habla de la importancia que tiene para nuestro metabolismo. Gracias a él se producen hormonas, vitamina D y ácidos biliares que ayudan a digerir la grasa. La cantidad necesaria es regulada por el higado. Lo que distingue un tipo de colesterol de otro (LDL: “colesterol malo” y HDL: “colesterol bueno”) son sus funciones. El colesterol bueno evita que el malo se acumule en las arterias provocando ateroma.
La principal causa de unos índices elevados de colesterol en sangre suele ser seguir dietas con alto contenido en grasas de origen animal. Para evitar esto lo mejor que podemos hacer es elegir carnes blancas o partes magras. Utilizar el horno o cocciones lentas en vez de rebozados o frituras. Consumir frutas y vegetales, etc.
Las grasas “trans” son otro tipo de grasa creada por hidrogenación de grasas no saturadas, y por lo tanto debemos limitar su consumo. Este tipo de grasas se encuentra sobre todo en comidas rápidas fritas, bollería de tipo industrial, e incluso en algunas margarinas.
Este tipo de grasas se producen con el único fin de alargar la vida de los alimentos, e incluso, de potenciar su sabor. Podríamos decir que este tipo de grasas son mucho más perjudiciales que las saturadas porque son mucho más propensas a provocar ateroma y elevar los valores de LDL (Colesterol malo). Por este motivo se recomienda utilizar aceite de oliva virgen sin superar los 180º y no reutilizarlo más de tres veces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario